La despedida de Stefan Zweig


Uno de los autores más prolíficos del siglo XX, Stefan Zweig ponía fin a su vida en Petrópolis, Brasil, el 23 de febrero de 1942. Se suicidó junto con su esposa, Charlotte Altmann. Judío, la Segunda Guerra Mundial y la persecución nazi destrozaron su alma.

Zweig –nacido en Viena, Austria, el 28 de noviembre de 1881- escribió, entre otras grandes obras, Momentos estelares de la humanidad, Fouché, el genio tenebroso; Tres poetas de su vida: Casanova, Stendhal, Tolstoi; y El mundo de ayer.

Esta fue su carta de despedida:

“Cada día he aprendido a amar más este país y quisiera no haber tenido que reconstruir mi vida en otro lugar después de que el mundo de mi propia lengua se hundió y se perdió para mí, y mi patria espiritual, Europa, se destruyó a sí misma.

Pero para empezar todo de nuevo un hombre de 60 años necesita poderes especiales y mi propio poder se ha desgastado después de años de vagar sin asiento. Por eso prefiero terminar mi vida en el momento adecuado, justo, como un hombre para quien su trabajo cultural fue siempre la más pura de sus alegrías y también su libertad personal —la más preciosa de las posesiones en este mundo.

Dejo saludos para todos mis amigos: quizá ellos vivan para ver el amanecer después de esta larga noche. Yo, más impaciente, me voy antes que ellos”.

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