Los desmayos del Libertador

 

Entrada de Simón Bolívar.
Entrada de Simón Bolívar.

Mucho se ha hablado sobre los ataques de epilepsia de José Antonio Páez, porque el mismo llanero se encargó de hacerlo en su Autobiografía. Pero, ¿sabía Ud. que Simón Bolívar sufría desmayos cuando era aclamado en exceso?

El episodio es contado por un oficial inglés que escribió las Memorias de tres años de servicio durante la Guerra de exterminio en las Repúblicas de Venezuela y Colombia, publicadas en Londres en 1828.

"He presenciado estos desmayos en ocasiones públicas y muchos oficiales que han servido con él en Nueva Granada me dijeron que suelen ocurrir tres y cuatro veces al día, cuando entra en ciudades donde su presencia se recibe con tanto entusiasmo".

El 14 de diciembre de 1819, cerca de la aprobación de la Ley Fundamental de la República de Colombia, ocurrió este episodio en Angostura. Recordemos que ese año Bolívar instaló el Congreso de Angostura, realizó el Paso de los Andes, triunfó en Boyacá y luego volvió a Guayana.

"Al entrar en la plaza del Soberano Congreso fue saludado con 21 (salvas de artillería), a cuyo efecto se había colocado delante de la fachada una batería. El Congreso en cuerpo salió a recibir a SE fuera de la barra. La multitud aplaudió con entusiasmo...

Bolívar se volvió para agradecer los aplausos antes de entrar. Comenzó un discurso largo, a cada momento interrumpido por las aclamaciones y expresiones de fidelidad; hasta que al fin exclamó 'Este pueblo afectuoso me rinde...', y se desmayó.

Los que estaban más cerca de él se apresuraron a levantarlo y en sus luchas por el honor de sostenerlo, le estropearon el magnífico uniforme (llevaba un uniforme de Mariscal francés, narra el autor), de modo que tuvo que volverse a su residencia para vestirse de nuevo.

A su regreso, el Presidente del Congreso, por una demostración singular, le cedió el asiento preferente y la palabra".

Comentarios

  1. Si es verdad, hay que saludar la información. Soy, como su persona, un gran aficionado a la Historia; y de Simón Bolívar, ni se diga. Cuando, como en este caso, se hace una revelación un tanto inédita, tal vez, es muy bueno dejar constancia de la fuente de información que ha servido de apoyo. Eso contribuye a dar confianza a la divulgación. Gracias.

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    1. Me parece que la fuente fue mencionada, apenas en el segundo párrafo del artículo: "Memorias de tres años de servicio durante la Guerra de exterminio en las Repúblicas de Venezuela y Colombia, publicadas en Londres en 1828."

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