Venezuela, Nueva Granada y Quito, países que integraban Colombia |
El exministro de la Gran Colombia, José Manuel Restrepo, escribió el Compendio de la Historia de Colombia (1833), publicado seis años después de su Historia de la Revolución del país. El historiador compara Venezuela, Nueva Granada y Quito (actual Ecuador).
“La ilustración de la Nueva Granada у de
Venezuela estaba circunscrita a las ciudades de Caracas, de Mérida, de Santafé,
Popayán, Cartagena, Quito y Cuenca, hallándose pocos hombres ilustrados en
otros lugares. Es difícil decidir cuál de las dos capitales, Caracas y Santafé,
estaba más adelantada.
Parece que sus respectivos habitantes se
hallaban a la par en algunos ramos, pero los granadinos tenían más luces en las
ciencias exactas y los caraqueños poseían más conocimiento de gentes y del
mundo civilizado, lo que debían a la excelente posición de Caracas. Después
seguía Quito. Las luces de los granadinos у venezolanos estaban limitadas por
lo general a los abogados y a los eclesiásticos seculares o regulares. En las
demás profesiones eran bien pequeños los conocimientos que había.
Cali en el siglo XIX |
En las ciudades principales se encontraba
algún lujo; pero lujo gótico que consistía en dorados y otros adornos
semejantes. Existían pocos edificios construidos según las reglas de
arquitectura, y como los españoles que venían a América eran por lo regular los
más ignorantes, no habían introducido las mejoras ni el gusto que últimamente
reinaba en varias ciudades de la península.
El pueblo de la Nueva Granada era por lo
general de buenas costumbres, los granadinos eran sobrios, sumisos y obedientes
a las leyes. Un viajero podía recorrerla solo de un extremo al otro sin que
hallara ladrones o salteadores que atacaran su persona o intereses; así, eran
muy raros los ejemplares de que a fuerza armada robaran en los caminos.
Portada del libro de Restrepo |
En la mayor parte de Venezuela sucedía lo
mismo y el pueblo tenía iguales calidades, si exceptuamos a los Llanos que
riegan el Orinoco, el Apure y el Meta, donde había algunas partidas de ladrones
a caballo que atacaban a los viajeros para asesinarlos y robarlos.
Mas no faltaban en uno y otro país ladrones
rateros que hurtaban los víveres, ganados y otras cosas semejantes por su
miseria y el poco empleo que había para el trabajo. Tampoco eran frecuentes los
asesinatos y otros delitos que mereciesen pena capital”.
En otro aparte, José Manuel Restrepo habla
sobre el Ejército colombiano durante la Guerra de Independencia:
Soldados colombianos en el siglo XIX |
“Las virtudes del ejército colombiano: sin
paga, sin vestuario, sin tiendas, sin almacenes, sin hospitales, y por lo común
sin más armas que la lanza y el caballo, especialmente desde 1816 a 1819 cuando
combatió en las llanuras del oriente de Colombia, el soldado raras veces
desertó al enemigo a pesar de que Morillo y los demás jefes españoles les
hacían los más lisonjeros ofrecimientos; pero nunca un oficial de la república
hizo traición a su patria”.
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