Antonio Rangel: filósofo, letrado y coronel, a 200 años de su fallecimiento

Busto del coronel Antonio Rangel en Mérida
Busto del coronel Antonio Rangel en Mérida

El 21 de septiembre de 1821 muere en Maracaibo el coronel merideño Antonio Rangel, víctima de una enfermedad. Tenía apenas 32 años. Fue el encargado de conducir las tropas de Rafael Urdaneta a la Batalla de Carabobo, cuando el zuliano enfermó en Carora.

Rangel era maestro en Filosofía y licenciado en Letras, graduado en el Seminario de Mérida. Cuando estudiaba Derecho Civil y Canónico, inició la Guerra de Independencia.

El merideño combatió en Barinas entre 1812 y 1813, emigró a la Nueva Granada, y para 1816 peleó bajo las órdenes de José Antonio Páez en Mata de la Miel, el Yagual y Mucuritas. Luego se unió como oficial del ejército de Rafael Urdaneta.

Urdaneta compartía con Rangel el haber estudiado Latinidad y Filosofía. El maracaibero cursó Latinidad en Caracas y Filosofía en el Convento de Franciscanos de Maracaibo, antes de partir a Santafé de Bogotá a los 13 años.

Coronel Antonio Rangel, por Ivan Belsky
Coronel Antonio Rangel, por Ivan Belsky


Por la enfermedad de Urdaneta, este cedió el mando de la Guardia a Rangel en Carora. El merideño condujo la fuerza hasta Carabobo, donde combatió el 24 de junio de 1821. Simón Bolívar luego le encargó la persecución de los realistas hasta Puerto Cabello.

Designado gobernador y comandante del Departamento de Occidente, relevando a Justo Briceño, Rangel estaba en Maracaibo cuando falleció por enfermedad. Se desconoce entre nuestros historiadores la causa oficial.

Rangel fue uno de los primeros oficiales que puso, por orden del Libertador, fin a la Guerra a Muerte decretada en 1813. En 1818, Bolívar escribe al merideño que esta es la estrategia que debe aplicar para ganarse a los pueblos y a los soldados realistas.

"Yo le recomiendo con el mayor encarecimiento que se observe el más exacto orden y disciplina en las tropas, que se prohíban los robos, violencias, vejaciones y todo exceso que pueda conciliarnos el odio de los pueblos; y que trate a los que V.S. ocupe con dulzura, bondad y justicia (…)

Busto del coronel Antonio Rangel en el Campo de Carabobo
Busto del coronel Antonio Rangel en el Campo de Carabobo


La política, de acuerdo con la humanidad, me ha movido a suspender la ejecución de la guerra a muerte, y la experiencia ha empezado a manifestarnos la ventaja de esta medida.

Más de 200 españoles se han pasado a nuestro ejército después que se les ha hecho saber la clemencia con que se les recibe, y todas las tropas que lleva Morillo están dispuestas a pasarse, o por lo menos, resueltas a rendirse si se vieren muy estrechadas.

Es pues, preciso, que V.S. haga respetar y cumplir en las tropas de su mando esta providencia, impidiendo que se mate a los prisioneros que V.S. tome, bien sean criollos o españoles. Los últimos se remitirán todos a Calabozo, y de los primeros, los que hayan sido tan malos que no pueda confiarse en ellos".

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