Rudolf Höss, por Joaquín Villamizar

 

Rudolf Höss
Rudolf Höss

Hoy vamos a hablar de Rudolf Höss, militar alemán nazi, comandante del campo de concentración de Auschwitz (en realidad eran cuatro campos en uno), situado en el sur de Polonia. El complejo de exterminio más grande y mortífero, en donde murieron 1 millón 300 mil judíos en la Segunda Guerra Mundial, gobernando con crueldad y eficiencia y ocupando un lugar destacado en el Holocausto (exterminio de los judíos de Europa en dicha guerra por el Tercer Reich).

Este enfermo mental nació el 25 de noviembre de 1900 en Baden-Baden (al suroeste de Alemania). 

Su padre, Franz Höss, antes de dedicarse a actividades comerciales, había servido en el Ejército Imperial Alemán en África. Esto hizo que pasara muy poco tiempo en las primeras edades con Rudolf. Sin embargo, estuvo ya con su hijo a los 7 años y lo crió con disciplina militar y quería que se dedicara a una carrera eclesiástica.

Pero en la adolescencia, Rudolf ya había perdido la fe. Höss, escribió sobre su infancia y adolescencia: “Era muy piadoso, me habitué a no exteriorizar mis sentimientos y la sumisión total a las órdenes de todos los adultos. Era un solitario que nunca intimé ni con mis padres ni con mis tres hermanos. Fui un estudiante regular”.

Poco después del inicio de la Primera Guerra Mundial, en 1914, muere su padre de un infarto al miocardio y obtuvo el permiso de su madre, para unirse como voluntario socorrista de la Cruz Roja.

En 1916, abandonando la educación católica, se unió al mismo ejército en que sirvieron su padre y su abuelo. Después de un corto entrenamiento, fue enviado al Frente en Turquía y Palestina, y luego a Irak. A los 17 años, era uno de los suboficiales más jóvenes del ejército alemán.

Fue condecorado con la Cruz de Hierro en Primera Clase.

Su madre murió en 1917, a la edad de 39 años mientras él estaba en el Frente.

En 1919, después de la Primera Guerra Mundial, se unió a los Freikorps, cuerpos de soldados voluntarios veteranos alemanes, que se caracterizaban por su fuerte carácter Nacionalista y colaboraban con el gobierno alemán, reprimiendo al Movimiento Obrero. Además, luchó contra los comunistas en la región del Ruhr (al Oeste de Alemania).

En noviembre de 1922, se unió al Partido Nazi o NSDAP o Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán.

El 31 de mayo de 1923, participó (junto con Martin Bormann) en el asesinato del comunista Walter Kadow, sospechoso de haber entregado a las tropas de ocupación francesas (tropas francesas encargadas de ocupar la región del Ruhr, al Este de Alemania, después de la Primera Guerra Mundial), como parte del tratado de Versalles (Tratado de rendición de Alemania, después de la Primera Guerra Mundial) al activista nacionalista Albert Leo Schlageter, miembro de los Freikorps alemanes, y se le consideró un mártir de la causa nazi.

Fue apresado y sentenciado el 10 de marzo de 1924 a 10 años de prisión, pero, fue liberado en 1928, luego de una amnistía para presos políticos. Tras su liberación, trabajó como gerente en propiedades en Mecklenburgo y Bradenburgo (Norte y Oeste de Alemania, respectivamente) y se unió ese año a la Liga Artamán o Movimiento étnico y agrario, dedicado a la pureza de la sangre en relación a la tierra.

Se casó en 1929, con Hedwig Hansel. En 1934, abandonó la agricultura y se unió a las SS o Schutzstaffel u Organización de Seguridad del Reich.

En noviembre de 1934, llegó al campo de concentración de Dachau (al sur de Alemania), dando por comienzo su carrera en ese sistema. Fue en Dachau que aprendió la filosofía esencial de las SS, desarrollada por Theodor Eicke... centrada... ¡en la dureza hacia los prisioneros! ¿Cómo les parece?

Höss diría después: “En esa época aprendí a suprimir emociones, como la compasión y la piedad y eso creó un sentimiento de hermandad fuerte en las SS”.

Rudolf Höss y Heinrich Himmler
Rudolf Höss y Heinrich Himmler


También, se dio cuenta en esa época, que los prisioneros apoyaban mejor su encarcelamiento si les permitían trabajar. Inmediatamente, fue ascendido a Rapportführer (primer asistente del comandante del campo), y más tarde lo nombrarían teniente, trasladándolo a Sachsenhausen (al este de Alemania), como jefe de la Guardia.

En abril de 1940, le encargaron de presidir una comisión para estudiar la posibilidad de crear un campo de concentración en Auschwitz que resultó favorable y le fue enviada a Himmler.

Fue nombrado comandante del nuevo campo de Auschwitz, cuya creación se decidió el 27 de abril de 1940. El 20 de mayo llegaron los primeros internos al campo que fue construido en 20 días.

Eran 30 delincuentes comunes transferidos a ese campo como Kapo o capataces (mantenían el contacto con los internos y el administrador del campo). Höss contaba con 120 efectivos de las SS para salvaguardar el campo, al inicio.

El 14 de junio, fueron recibidos 728 prisioneros políticos polacos. Se colocó en la puerta de entrada: “Arbeit Macht Frei” o “El trabajo os hace libres”. Empezaron a trabajar desde el 18 de junio de 1940 para abastecer con agua potable al campo, evacuar las aguas residuales y drenar el lodo.

Jerarcas nazis en Auschwitz
Jerarcas nazis en Auschwitz


En septiembre aumentó la capacidad del campo y le agregó un piso a los edificios para aumentar los trabajos forzados en las canteras de arena y grava. Querían implantar allí un proyecto de experimentos agrícolas.

Para evitar las fugas, la política de Höss era simple: “Represión brutal”. Si los fugitivos, que al principio eran la mayoría polacos, no eran capturados, Höss, iba por sus familias. Si no tenían, seleccionaba 20 individuos del bloque del que procedía el prófugo y los dejaba morir de hambre en los sótanos de la prisión del campo... en una muerte lenta y... ¡atroz! ¿Qué tal?

Entre el 30 de enero de 1941 y el 1 de marzo de ese año, construyó la expansión del campo con otros dos nuevos: el Auschwitz I, en Stammleger y el Auschwitz II en Birkenau. En esa misma fecha, admitió 30 mil nuevos prisioneros, pero estos eran judíos, para que trabajaran en una fábrica de cauchos sintéticos para la compañía de colorantes “IG Farben”.

Muy cerca de allí, se terminó de construir en Morowitz-Buna (colindando con los otros campos, el campo de Auschwitz III.

A finales de agosto de 1941, se realizaron las primeras pruebas de las cámaras de gas de “Zyklon B”, un pesticida mortal para el ser humano. Höss, declaró: “Me siento aliviado con este método para exterminar a esas basuras judías”. ¿Qué les parece? 

Esto se realizaría en Birkenau-Auschwitz II, en la morgue del crematorio de ese campo.Pero, al final, se decidieron por una pequeña casa de campo, ubicada en el borde de Birkenau. Se le llamaría: “La Casa Roja”. Podrían gasearse 400 personas... a la vez.

En 1942, le fue avisado a Höss que el centro de campos de concentración de Auschwitz había sido escogido como centro de exterminio para los judíos, debido a su favorable situación ferroviaria ya que permitiría la incineración de 1500 cuerpos al día.

El asesinato en masa debía comenzar el 1 de julio de 1942. Fue visitado por Himmler el 17 de julio y fue testigo del exterminio de judíos que provenían de Holanda. En la noche cerraron y Himmler estaba muy contento por el gran trabajo de Höss, ordenando que aumentaran el tamaño del campo para recibir a 200 mil judíos. 

También le dijo que extrajera todos los cadáveres de las fosas comunes (donde enterraban a los gaseados) y los quemaran para hacer imposible cualquier estimación del número de víctimas. Fue premiado con el grado de Obersturmbannführer, equivalente a teniente-coronel o Jefe Superior de Unidad de Asalto.

En esa época, el campo se vio afectado por una epidemia de Tifus (enfermedad infecciosa transmitida por pulgas), entonces, mataron a sangre fría a los 50 mil enfermos en las cámaras de gas y fueron quemados a la intemperie... ¡La maldad y la barbarie en la tierra!

De 1940 a 1943, Höss vivió en Auschwitz con su familia: era una vida de sibarita con excelentes comidas, buenos vinos, cigarros y café, que se servían en su mesa. Vivía en una residencia de 10 habitaciones, 8 baños, 3 mayordomos y 8 sirvientes. Tenía establos y caballos purasangre.

Tuvo buena relación con su esposa, pero cuando ella supo lo que allí ocurría... ¡no quiso tener nunca más con él relaciones sexuales en ese sitio!

Rudolf Höss
Rudolf Höss


Pero, a finales de 1943, cayó en desgracia con los nazis por corrupción. Estaba robando y eso era inaceptable para los jerarcas nazis, ya que sólo ellos podían robar. También era sospechoso de haber tenido como amante a una judía. Fue relevado del cargo y lo enviaron a trabajar en la Oficina Económica y Administrativa Central de las SS (SSWHA) en Uraniemburgo (al Este de Alemania). 

Su función consistía en inspeccionar campos de concentración, es decir, sabía todo lo que ocurría.

El 8 de mayo de 1944, fue recordado por llegar a Auschwitz y organizar el exterminio de judíos deportados de Hungría y tomó el mando de dicho campo, ya que el actual comandante, Arthur Liebehenschel, era muy ineficiente exterminando judíos y no era lo suficientemente “duro”.

Para eliminar a esos judíos húngaros, se movió con rapidez, ordenó reparar dos instalaciones para el gaseado y cavar hoyos para quemar los cadáveres allí. Elevó el número de gaseados a 10 mil por día y en 8 semanas, 320 mil judíos fueron asesinados.

Esto le valió la Cruz al mérito de guerra de Primera y Segunda Clase.

Regresó a Berlín el 29 de julio, con la gran satisfacción de su trabajo realizado... miseria humana... ¡al grado superlativo!

En mayo de 1945, él se encontraba en Flensburgo (al norte de Alemania), donde fue arrestado por las tropas británicas, pero no fue pudieron identificarlo y lo soltaron. Sin embargo, luego de los interrogatorios de rigor, se dieron cuenta de la importancia de Rudolf Höss en Auschwitz y el Holocausto.

Comenzaron a buscarlo activamente. Su esposa Hedwig fue arrestada el 8 de marzo de 1946 y amenazada con deportarla a Siberia con sus hijos: entonces reveló que su esposo vivía en una granja en Flensburgo y fue capturado allí, el 11 de marzo. Por cierto, que fue duramente golpeado por soldados británicos judíos.

Escribió una confesión de 8 páginas, que hizo que sirviera como testigo en el juicio de Núremberg (juicio al final de la Segunda Guerra Mundial contra los altos jerarcas nazis). Durante ese juicio, fue tratado por psiquiatras estadounidenses y cuando le preguntaban sobre su posible sentimiento de culpa, les respondía en tercera persona: “Ahora él se da cuenta de que no era bueno y que hasta que llegó la capitulación, pensó que había cumplido las órdenes correctamente... pero que ahora se siente culpable. Él se volvió duro cuando ejecutó esas órdenes y nunca él dio muestras de ternura, ya sea, disparando a personas o matándolas en cámaras de gas”.

Cuando le preguntaron por su personalidad, respondió otra vez en tercera persona: “Él siempre se ha sentido mejor, sólo que nunca ha tenido relaciones amistosas ni estrechas con nadie, ni siquiera en su juventud, que nunca tuvo un amigo y que nunca sintió la necesidad de tener amigos”.

A la pregunta de cuantos judíos había asesinado, respondió, como se debía gasear, con una voz tranquila y apática, y que la idea de negarse a ejecutar una orden... ¡ni siquiera se le ocurrió!

Para Primo Levi, un historiador italiano sobreviviente del Holocausto, Höss era un hombre vacío, un idiota callado y ansioso que se esforzaba por llevar a cabo las iniciativas bestiales que se le confiaron, con el mayor cuidado posible y aparentemente encontró en esta obediencia... ¡una satisfacción total!

Cuando le preguntaron por la ideología nazi, respondió: “Es la única apropiada para la naturaleza del pueblo alemán”.

Fue entregado a las autoridades polacas. Compareció ante el Tribunal Nacional Supremo de Polonia el 11 de mayo al 2 de abril de 1947. Durante el juicio, reconoció sus actos sin quejarse. Trató de justificar sus acciones por la necesidad de obedecer órdenes.

Ejecución de Rudolf Höss
Ejecución de Rudolf Höss


Este hombre fue tan dañino que no sólo cumplió las órdenes, sino que aumentó las capacidades de exterminio de Auschwitz. Fue condenado a muerte y ejecutado en la horca, el 16 de abril de 1947, irónicamente cerca de Auschwitz.

Su ejecución se pospuso 1 día, debido a la petición de presenciar dicho acto de una multitud de varios miles de personas, la mayoría de ellos, ex-detenidos de Auschwitz.

Subió al cadalso sin decir una palabra y ante una gran cantidad de personas fue ahorcado. ¡La gente aplaudió a rabiar! También, se juzgó a 40 oficiales y guardias del campo: 23 fueron condenados a muerte.

Con la ejecución de Höss, desapareció uno de los psicópatas nazis más temibles e implacables de la Segunda Guerra Mundial. Es historia, amigos. 

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